“Es una aventura que transforma la perspectiva. La experiencia comienza con una inmersión en un océano prístino, lleno de vida y color. Pero a medida que avanza, se revela la triste verdad: la contaminación del agua está destruyendo este hábitat vital. A través de la RV, ves de primera mano el impacto devastador de los desechos plásticos, los derrames de petróleo y otros contaminantes en la vida marina.  

 

La experiencia no se detiene en la concienciación; inspira acción. Al quitarme las gafas de RV, me sentí impulsado a cambiar mis hábitos y a contribuir a la solución. La RV me mostró cómo nuestras acciones diarias tienen un impacto directo en los océanos y, por extensión, en nuestra propia calidad de vida”